Comunicación. Es muy importante que el jefe mantenga una comunicación fluida con sus empleados, que explique con claridad y en términos simples los objetivos y estrategias de la empresa en busca de concretar las metas que se tracen. Esta buena comunicación debe ser en ambas direcciones, porque si tienes empleados que temen expresar opiniones estás condenando a tu empresa al fracaso.

Edificar confianza. Es muy importante crear lazos de confianza dentro de la empresa, con empatía, fomentando el trabajo en equipo, siendo honesto y justo, pero también involucrando a tus trabajadores en la toma de algunas decisiones y delegando funciones, de esta forma los motivarás, potenciarás sus habilidades y fortalecerás su autoestima.

Dar el ejemplo. Dentro de la empresa los empleados te tienen como referencia, por eso es importante que enseñes con el ejemplo, seas responsable en tus actos y te conviertas en una inspiración y modelo a seguir.  

Valora los esfuerzos. Reconocer el esfuerzo de tus trabajadores hará que se sientan valorados y continúen desarrollando con efectividad su labor. Observa sus fortalezas e impulsa sus virtudes y capacidades, se logrará no solo un beneficio personal (por el que estarán agradecidos) sino también empresarial gracias a la productividad promovida desde la motivación que tú alentaste.

Fijar y cumplir objetivos. Como buen jefe deberás fijar metas ambiciosas, pero realistas. Si trazas un objetivo inalcanzable solo generarás frustración entre tus empleados. Estos objetivos pueden ser semanales, mensuales o anuales, deberás explicarlos con claridad para que cada miembro de tu equipo vaya en la misma dirección, armar una estrategia, hacer seguimiento de los avances y destacar la obtención de cada meta como un trabajo de equipo, de esta forma todos estarán motivados y preparados para futuros retos.

Empatizar. Como persona que tiene la misión de liderar un equipo debes encontrar el equilibrio entre mantener una relación cercana con sus trabajadores y no caer en el exceso de confianza. Como jefe debes entender y valorar los puntos de vista de tus empleados, aceptar opiniones y ser comprensivo, así afianzarás confianza y crearás un entorno más colaborativo.

Autenticidad. Mantente auténtico, no trates de simular ser alguien que no eres. Es importante que muestres tu verdadera personalidad, tu estilo de liderar y que seas consecuente entre lo que dices y haces, verás que tus empleados valorarán esa sinceridad y te ganarás su respeto.

Reunirse para hacer balances. Reunirte con tu equipo te brindará la oportunidad de hacer un balance de la situación que se vive en la empresa, lo que se está logrando y lo que se podría mejorar. Estas reuniones deben sentirse como oportunidades de mejora y no como momentos de tensión y reclamo, porque una reunión mal gestionada puede frustrar al personal y desmotivarlo.

Detrás de una empresa de éxito hay trabajadores motivados, eficientes y aptos para afrontar cualquier reto. Al lado de ellos, siempre hay un jefe con visión de líder inspirador, que vio sus fortalezas y aprovechó todas las oportunidades para incentivar sus talentos y habilidades en busca de un ambiente de trabajo ideal y productivo.

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